visible a la ciudad

Espacios en vía de extinción Muchos espacios y escenarios característicos del desarrollo y vivir bogotano, como el sector del 7 de agosto están en un proceso de extinción, pues no hay un reconocimiento de su importancia en el desarrollo de la sociedad y de los individuos que desarrollan sus roles en estos sectores de la ciudad.

 Estos micros universos en los que se realizan actividades y usos no codificados del espacio que son más importantes que las nuevas implantaciones de espacios en la ciudad. Estas trasformaciones que sufre el espacio de forma “real” involucra elementos para arquitectónicos deterioros y diferentes elementos dicen mas de la ciudad y su historia que la importancia de nuevos paisajes bogotanos, de aquí la importancia de tener memoria de los escenarios sus actores, acciones y temporalidades. 

La necesidad de mostrarles a los ciudadanos todo lo que significan estos espacios sus historias y vivencias.

Su historia

Un poco de su historia

Marco Fidel Chávez, un reconocido comerciante del sector, cuenta que hace 50 años esta zona era muy apetecida políticamente. “Prueba de ello –dice– es que allí se llevaron a cabo cientos de reuniones en las que estuvieron presentes varios mandatarios de la Republica. A raíz de esa influencia, el comercio de la carrera 24 se fue dinamizando, y justamente fue en la Alcaldía de Emilio Urrea Delgado cuando se construyó la plaza de mercado.

Después de 1970, el comercio de repuestos se fue desarrollando, y uno de los pioneros fue Clodoveo Castro.

El gerente de la Cooperativa de Autopartistas Ltda., Francisco Vanegas, dice que Clodoveo se dedicaba a la venta de carbón, y que fueron unas correas de repartición las que lo llevaron a convertirse en un reconocido vendedor de repuestos del sector.

El 7 «la fantasia del engalle»

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El 7

El comercio de autopartes más grande de todo el país se encuentra en Bogotá en el barrio 7 de AgostoTodos saben que la comercialización de un piñón, una prensa o una balinera deja una ganancia que, por mínima que sea, ayuda para el sustento diario de la familia.

Las calles del 7 de agosto muestran la historia de la mecánica colombiana; calles convertidas en talleres por las cuales es casi imposible transitar, los andenes se convierten en puestos de trabajos en los que la herramienta, las latas y el aceite conforman el paisaje local.

Dichos “propietarios” del espacio público, (pues cada milímetro del andén y la calle se transforma en su taller) le dan un uso no codificado al espacio público, reformulando la noción de este; dicha apropiación se da de dos formas, la calle del frente del local como una extensión del mismo y los mecánicos ambulantes que no desaprovechan cualquier esquina o hasta la misma vía para lucharse el centavo.

Este uso de la ciudad y su espacio se convierte en uso continuo y corrosivo que atreves del tiempo a cambiado la imagen del sector.Se generan también a partir de las necesidades reales del sector dispositivos para arquitectónicos que se basan en el mercado automotor; encontramos desde los contenedores de herramientas en los postes, carritos con cachivaches pal engalle y los talleres móviles, cuyos propietarios son aquellos mecánicos sin local.

 En general, así es el «corre corre» de los trabajadores que luchan hoy por recobrar las épocas gloriosas de un comercio, que en el día luce prospero y colorido, pero que cuando apaga las luces, cierra las puertas y enciende las alarmas deja ver una cara de miseria y vandalismo.El popular sector de la ciudad lleva más de dos décadas dedicado al negocio de las autopartes y siempre han trabajado en las calles.